Durante nuestra visita a Polonia, tuvimos la suerte de contar con la compañía de los profesores polacos Kasia y Bartek, quienes no solo fueron excelentes anfitriones, sino también nuestros guías turísticos. Por las tardes, después de las actividades escolares, nos llevaron a conocer algunas de las ciudades más encantadoras del sureste de Polonia: Jarosław, Rzeszów y Przemyśl.
En Jarosław paseamos por las calles adoquinadas de su centro histórico admirando las antiguas casas burguesas que datan del siglo XVI. La plaza del mercado (Rynek) es el corazón de la ciudad, rodeada de edificios con fachadas coloridas y detalles arquitectónicos renacentistas.
En Rzeszów nos encantaron las fuentes de la Plaza del Mercado, y disfrutamos de la vista de la Torre del Ayuntamiento y del Castillo de Rzeszów.
Przemyśl, situada en las colinas cerca de la frontera con Ucrania, ofrece vistas panorámicas impresionantes. Caminamos por sus empinadas calles hasta llegar a la Catedral de Przemyśl, un edificio que combina elementos góticos, renacentistas y barrocos. También visitamos varias iglesias y la estación de Przemyśl, que tuvo un papel muy importante en el traslado de refugiados ucranianos que huían de la invasión militar rusa.
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